El ex vicepresidente de la FIFA Jack Warner culpó al sionismo por las circunstancias que lo llevaron a él y al ex titular de la Confederación Asiática de Fútbol Mohammed Bin Hammam a alejarse del mundo del fútbol.
Warner, de 68 años, renunció a la entidad que rige el fútbol luego de que se realizaran investigaciones éticas sobre una reunión con Bin Hammam en la que la FIFA dice que se realizaron pagos a directivos de la confederación del Caribe antes de la elección presidencial de junio.
El qatarí Bin Hammam fue suspendido de por vida por su participación en el caso, mientras que varios directivos caribeños recibieron otras sanciones la semana pasada.
Bin Hammam no estuvo inmediatamente disponible para hacer comentarios.
Pero Warner, oriundo de Trinidad y Tobago, manifestó en una carta al periódico Trinidad Guardian -la cual será publicada el martes- que tiene intenciones de hablar sobre el asunto para señalar a los que él cree responsables por su caída.
«Voy a hablar del sionismo, que probablemente sea la razón principal de este amargo ataque contra Bin Hammam y yo», dijo Warner al diario de su país.
Los pagos, de 40.000 dólares a cada federación, salieron a la luz luego de que algunas autoridades caribeñas acudieran al estadounidense Chuck Blazer, miembro del comité ejecutivo de la FIFA y secretario general de la CONCACAF, órgano rector del fútbol en América del Norte, Central y el Caribe.
Blazer luego presentó evidencias a la FIFA, que inició una investigación por la que inicialmente suspendió a Warner. El caso en su contra fue después abandonado cuando renunció a todos sus cargos en el deporte.
El periódico londinense Daily Telegraph publicó la semana pasada un video de Warner explicando los pagos a directivos caribeños y a Warner.
El Trinidad Guardian citó a Warner diciendo que revelaría regalos que el actual presidente de la FIFA, Joseph Blatter, hizo en sus campañas electorales.
Warner también señaló que estaba descontento con la manera en que fue tratado por la FIFA desde su renuncia.
«La FIFA ha intentado amordazarme con amenazas sobre una suspensión a nivel global. Me dijeron que van a cerrar la Oficina de Desarrollo de la FIFA en Trinidad y Tobago para fin de año», indicó el trinitense.
«Avisaron que van a rescindir el contrato 2012 de mi hijo para fin de año. Se negaron a darme mi pensión de 29 años. Siguen haciendo cosas como revelar un video con la esperanza de avergonzarme y verme arrastrado. Nunca lo haré, nunca, sin importar las consecuencias», añadió.
«Es el comentario más absurdo y tonto que he escuchado de Jack», afirmó Blazer, agregando que él tenía buenas relaciones desde hace mucho tiempo con el fútbol de Oriente Medio.
Blazer, de 66 años, abandonará su cargo como secretario general de la CONCACAF a fin de año pero mantendrá sus tareas en el comité ejecutivo de la FIFA, órgano que integra desde 1997.