Mucho se habla en estos días, del partido que las selecciones de México y Honduras sostendrán en el estadio Azteca, el miércoles 20 de agosto, iniciando la segunda fase de las eliminatorias de la Copa del Mundo.
Toda la atención -para algunos medios- está centrada en ese partido, y están vendiendo la idea, equivocada y hasta peligrosa si se quiere, que Honduras tiene todos los elementos para vencer a los mexicanos y como si fuera poco, un triunfo, pondría a la Selección Catracha en la fase final del Mundial.
Ese triunfalismo desmedido, irracional y hasta rayando con el fanatismo de algunos periodistas es peligroso y perjudicial.
La Selección de Honduras para alcanzar la meta no solo debe ganarle a México, también debe vencer a Jamaica y a Canadá primero, para acceder a la hexagonal final, después. La tarea para llegar a una copa del mundo no comprende solamente el partido contra los mexicanos, hay otros dos rivales muy dificiles en el camino, dos adversarios que en un pasado cercano Honduras no ha podido con ellos.
Dejemos de ver el partido del 20 de agosto en el Azteca como el comienzo del fin. La Selección de Honduras si desea estar de nuevo en la élite mundial no solo debe robarle puntos a los mexicanos, también debe hacerlo ante todos los rivales que tenga por enfrente pero sobre todo, que los jugadores pongan una cuota extra y no doblen las rodillas ante la magnitud del «Coloso de Santa Úrsula» donde la última vez que se midieron al Tri dirigido en aquel entonces por Javier Aguirre, se comieron tres goles.
El mal de las selecciones de Honduras en el pasado ha sido el aspecto la mental. Se cuese la libre antes de cogerla y esas lecciones que dejaron las últimas eliminatorias y que aumentaron la frustracción de los aficionados parece no sirvieron de nada, porque en la vispera del primer partido de 16 que tiene que jugar para poder estar en Sudáfrica 2010, se está vendiendo la idea de un súper equipo, conformado de estrellas que no lo son y aunque la realidad es otra a muchos, les cuesta admitirla y lo único que les interesa es hacer ruido para sus propios intereses. El camino al mundial es más espinoso de lo que muchos creen.