Luis Bedoya Alvaro (c) presidente de la Federación, acompañado de los directivos Alvaro González (I) y Ramón Jesurún
Comparta
El escándalo que pesa sobre Independiente Santa Fe por el presunto ingreso de dinero del narcotráfico salpicó a la federación colombiana de fútbol luego de que la fiscalía estableció que el revisor fiscal del organismo _asesinado en julio_ simultáneamente era el contador del ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso.
El contador público Manuel Bernal fue asesinado el 9 de julio y, en ese momento, la federación atribuyó la muerte a «hechos de delincuencia común que son investigados en detalle por las autoridades correspondientes».
Bernal, de 53 años, fue asesinado cuando salía del Tribunal Superior de Bogotá después que asistió a una audiencia contra uno de los lugartenientes de Mancuso, quien en mayo de 2008 fue extraditado a Estados Unidos por acusaciones de narcotráfico.
La fiscalía anotó que Bernal era hombre de confianza de Mancuso y manejaba sus bienes.
«Bernal se había acercado a la fiscalía en nombre de Mancuso para arreglar sus cuentas y hacer la lista de propiedades que se iban a entregar en Justicia y Paz», precisó el ente investigador.
Las autoridades tratan de establecer si la muerte de Bernal se originó en el manejo de la inmensa fortuna del ex paramilitar.
Bernal figuraba como fiscal de la federación desde 2002 y había sido reelegido para el período 2010-14.
El presidente de la federación, Luis Bedoya, sostuvo que la entidad no conocía que Bernal tuviese relación con Mancuso.
«No tenemos mayor conocimiento de ese caso (relación Bernal- Mancuso)», afirmó Bedoya el jueves. «El fue contratado para hacer la auditoría y anualmente presentaba un informe».
«Nunca se le hicieron cuestionamientos que nos permitieran sospechar de una situación irregular. Realmente es muy poco lo que podría decir sobre sus actividades al margen de la entidad», agregó.
En otro caso hace cuatro años, la federación aceptó la renuncia de su vicepresidente Oscar Ignacio Martán después de que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos indicó que el equipo Tuluá era controlado por el narcotráfico.
Martán en ese momento era el líder de ese conjunto de la primera división del balompié colombiano.
El caso Bernal se suma ahora a la acusación que arrastra el onceno bogotano Santa Fe por presuntamente haberse convertido en una máquina de lavado de dinero del narcotráfico, según la fiscalía y la policía.
Autoridades judiciales ingresaron la semana pasada a la sede del Santa Fe para tratar de recabar pruebas documentales sobre la aparente inyección de dinero del narcotráfico a ese popular club de fútbol, informó la fiscalía.
Ricardo Villarraga, Claudio Silva y Luis Augusto Caicedo _detenidos en abril y con supuestos vínculos con el importante narcotraficante Daniel «El Loco» Barrera_ habrían ingresado dinero a las arcas de Santa Fe, según las autoridades.
El ingreso de dineros del crimen en el fútbol colombiano data de los años 80 y el primero en denunciarla fue el entonces ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, asesinado por sicarios el 30 de abril de 1984.