Por: Darío Enrique Guzmán
La idea es buena, la intención no, porque tiene un fondo político que tiene como propósito seguir promoviendo la escalada abierta para una futura reelección del actual gobernante de Honduras, Juan Orlando Hernández.
Bautizar el plan de la Copa de la Liga como “Copa Presidente” es una idea descabellada de los asesores del mandatario sobre todo, porque aunque ya fue electo- de forma dudosa- Hernández Alvarado inició desde el mismo día de su asunción al poder, la idea del continuismo la cual, ya no disimula y ahora, quiere sumar más adeptos gracias al fútbol.
La Liga Nacional- que ha perdido todo tipo de poder adquisitivo- debería gestionar por otros medios, el co patrocionio de la Copa pero antes de ello, debe provocar una reorganización en el actual formato de los torneos que administra.
Pensar en lanzar un Torneo de Copa con el formato vigente, no habrá espacio para poderlo realizar. La Asamblea de Liga – el gobierno que legisla y decide los formatos- debe dar un paso trascendental para el 2015, trabajar de la mano del calendario internacional de la FIFA, de la CONCACAF para sentar las bases de un calendario decente, respetable y que no sufra constantemente los manoseos- como en el presente- fecha a fecha.
Cuando la Liga Nacional ofrezca una organización confiable, no será uno el patrocinio, serán varios los que buscarán poner sus productos en ella, y no habrá necesidad de endosarle al Torneo de Copa la etiqueta presidencial que desde ya, ha dado vistos de continuismo y está buscando un aliado importante en el fútbol. Comentarios a Dario Enrique Guzmán