Si la selección de Honduras inicia un proceso serio como el que tuvo Diego Vázquez con el Motagua en donde, contó con todo el apoyo que luego entregó cinco títulos nacionales, la selección catracha podría estar de nuevo en una Copa Mundial de la FIFA.
Diego Martín Vázquez el lunes 16 de mayo día que fue presentado como entrenador de la selección de Honduras.
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El camino de Honduras para regresar a una Copa Mundial de la FIFA comenzará en la Liga de Naciones de Concacaf cuando enfrente a Curazao y Canadá en el Grupo C. De aquí a la celebración del próximo mundial en 2026 en Estados Unidos, Canadá y México, la Concacaf tendrá seis cupos disponibles y un derecho al repechaje, los tres países sedes clasificarán automáticamente.
En las eliminatorias para el Mundial 2026 no estarán las selecciones de Estados Unidos, Canadá y México lo que abrirá el abanico de tres plazas directas en juego y un medio boleto vía repechaje. Será la primera Copa Mundial de mayores con 46 clasificados directamente y dos por el repechaje para sumar 48 según se acordó el 30 de mayo, 2017 en el 67 Congreso de la FIFA.
Si la selección de Honduras inicia un proceso serio como el que tuvo Diego Vázquez con el Motagua en donde, contó con todo el apoyo que luego entregó cinco títulos nacionales, la selección catracha podría estar de nuevo en una Copa Mundial de la FIFA.
No se trata de estar recomendando técnicos de afuera para que vengan a llenarse los bolsillos con primas onerosas, salarios en dólares- sin pagar impuestos- incluyendo hospedaje, boletos de avión y transporte además de sus asistentes y familiares como fue el caso del último fiasco, Hernán Darío Gómez que hasta su hijo empleó y los resultados ya se conocen.
La Liga de Naciones 2022-2023 (seis partidos) más la Copa Oro y un buen plan de fogueo internacional y con jugadores comprometidos con la causa como lo solicitó Vázquez en su presentación, la afición y sobre todo la prensa, debe volcar el apoyo a la selección, al final de cuenta quien más pierde por no estar en un mundial son los jugadores y el país mismo porque deja de percibir los bonos que significan clasificar a una Copa Mundial.
No voy a mencionar los nombres de los entrenadores que varios periodistas han promovido para tomar la selección de Honduras, en lo personal, nunca he tratado ni a Diego Vázquez ni a ninguno de los mencionados, mi deber como periodista, como debe ser el de todos los que ejercemos esta profesión es no tomar bando, nuestra misión es de ajustarnos lo mayor posible a la objetividad y Vázquez en este momento, tiene más méritos que algunos que fueron fuertemente promocionados aún y cuando, en sus gestiones recientes, los resultados no los avalan.
En Honduras, nos es común reconocer los logros de las personas, como fue el caso recientemente con la elección de Héctor Said Martínez como el primer árbitro central hondureño que estará en una Copa Mundial de la FIFA. Una publicación en nuestra página de Facebook sobre la nominación de Martínez alcanzó más de 35 mil comentarios, la mayoría fueron criticando al árbitro, en lugar de sentirse orgullosos. Martínez ha logrado por méritos propios llegar hasta donde ha llegado, haber sido electo para la final de la Copa Oro y la Liga de Campeones de Concacaf no es poca cosa, esas actuaciones para las autoridades del arbitraje Mundial le dieron el boleto a Catar, menos en Honduras donde se juzga, se acusa, se denigra con extrema libertad.
Es fácil leer en las redes sociales como muchos aficionados se desviven por las actuaciones de jugadores de equipos extranjeros y hasta gastan sus ahorros comprando sus camisetas originales o replicas, pero no miden sus críticas y hasta cruzan la línea de falta de respeto denigrando a uno de los mejores jugadores en el extranjero Anthony Lozano quien ya se metió para siempre en el corazón de la afición del Cádiz, eso, como lo lograron José Enrique Cardona, José Roberto Figueroa, Gilberto Yearwood en los equipos que jugaron en España no se los puede quitar nadie, aunque no lo reconozcan unos pocos, ellos ya son inmortales.
Ese es el caso de los entrenadores para la selección de Honduras, la mayoría- incluyendo algunos directivos de la Federación- miran hacia fuera primero y no apoyan lo que tienen cerca, los ex entrenadores Pinto, Coito, Gómez, pasaron por Honduras dejando una marca negativa que no se va a borrar de la mente por mucho tiempo y las arcas vacías y aun así, seguían insistiendo, sin aceptarlo públicamente, que a pesar de la dura crisis económica de una Federación en quiebra, que necesita una inyección financiera urgente para poder cumplir todas las obligaciones, se quieren embarcar en otro contrato millonario con un entrenador que venga del extranjero para el proceso de cuatro años que se viene, en donde, con organización, planificación y apoyo desde ya, se puede lograr con Diego Vázquez, estar en el Mundial del 2026.
El ejemplo más claro está con la selección de Estados Unidos. Le confió la selección a Gregg Berhalter que no tenía ninguna experiencia y además de ganar la Liga de Naciones, la CopaOro, clasificó a Estados Unidos a otro Mundial después de que el afamado Jürgen Klinsman dejó un desastre, llegó al rescate el veterano Bruce Arena y no pudo clasificar al Mundial de Rusia. A Berhalter la Federación lo apoyó después de un inicio vacilante, el tiempo les dio la razón.
Vázquez y su equipo de colaboradores conocen más que nadie a los jugadores hondureños, los han enfrentado, los han dirigido y cuando se trata de mancomunar ideas con un solo propósito, clasificar de nuevo a una Copa Mundial, el objetivo se puede lograr, pero hay que apoyar el proceso, hay tiempo para trabajar y llegar al Mundial 2026 con Diego Vázquez.