Una mentira llamada IFFHS

Hay tres clases de mentiras: la mentira, la maldita mentira y la peor de todas: la estadística.

En el balompié ha aparecido un grupo que está certificando esta frase, me refiero a la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS por sus siglas en inglés).

La institución, creada en 1984 a iniciativa del alemán Alfredo W. Pöge, en principio parecía tener muy buenas intenciones y hasta era loable su tarea de investigar, registrar y divulgar los hechos ocurridos en todos los torneos en el mundo en forma de estadísticas. Pero ahí está su problema.

Los honorables señores que conforman ese grupo, en su mayoría inminentes periodistas, de historia sabrán mucho, pero de estadísticas casi nada, o nada.

Porque la estadística no se encarga simplemente de ordenar la información. Es una ciencia, la cual se basa en la recolección, análisis e interpretación de datos, que busca explicar condiciones regulares en fenómenos de tipo aleatorio, como los que ocurren en el fútbol.

Es decir utiliza un método científico, donde hay distintas variables estadísticas, medidas de dispersión, de concentración, etc; mediante el cual es posible interpretar los datos de manera correcta o mejor dicho del modo más aproximado, con un error prácticamente despreciable.

¿Por qué digo esto?

Es que estoy harto de escuchar, o de leer, que el MEJOR jugador del mundo es Juan o José, o que el equipo del siglo es el XYZ. Por favor seamos serios.

Y este no es un criterio simple, sino que viene avalado por la prestigiosa IFFHS, un organismo que se precia de ser totalmente independiente, aunque con vínculos con la FIFA.

Sin dudas si se repasa la lista de “mejores” se podrá apreciar lo errado que fue el análisis, es decir el mal uso de la estadística. No basta con clasificar cada liga en cuanto a resultados, historia, tradición y títulos; cuando se habla de MEJOR es un análisis cualitativo, no cuantitativo, por lo que ‘el calificar’ debería quedar fuera de su competencia.

Además ¿cuál es el criterio? Veamos algunas de las joyas de la corona.

En el 2011 y 2012 ubicaron como tercer mejor equipo del mundo a Vélez (por encima de los Manchester, Bayern y Santos). Pero pusieron a Brasil como la cuarta liga del mundo, antes que a la Bundesliga.

Del 2006 al 2010 le otorgaron el premio de mejor goleador del mundo a Tresur Mputu, Leandson Dias, Shinji Okazari, Bader Al-Mutwa. Según parece ellos ven lo que nadie ve.

Para cerrar, Maradona fue considerado por la IFFHS como el QUINTO mejor del siglo XX, por detrás de Pelé, Cruyff, Beckenbauer y Di Stéfano, en ese orden. El mundo al revés.

Indiscutiblemente esto no se ajusta a la verdad, esta federación no tiene modo alguno de justificar estos disparates y por tanto miente. Por eso les pido a todos los medios que no divulguemos sus listados hasta que no cambien su proceder.

La IFFHS puede hacer dos cosas: mejorar su análisis con el uso de la estadística como ciencia, o reducir el nombre al de Federación de Historia, dejando de hacer comparaciones para convertirse en un punto de referencia con la mayor base de datos futbolísticos del planeta.

Por ejemplo, sería interesante saber ¿Cuántos goles marcó Pelé, Maradona o Messi en partidos amistosos? Y dejar que el público decida.

Ya sabemos que la historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado y que muchas veces tiene más de ficción que de realidad, sobre todo cuando no quedan huellas, en este caso en forma de videos, fotos o crónicas deportivas.

Pero por suerte Pöge, cuenta con conocedores de este deporte como el español José del Olmo (vicepresidente) y cuatro grandes periodistas entre sus 10 miembros: Julio Héctor Macías (Arg), Carlos F. Ramírez (Mex), Steven Torres (EEUU), Clóvis Martins (Bra).

Estoy convencido de que ellos, de modo independiente, creen hoy que Messi es “el mejor” no por sus estadísticas, sino porque juega como los ángeles.

Y si sigue así, esta federación tendrá que apartarse o modernizarse encontrando un método que determine si en realidad es el mejor futbolista de todos los tiempos; pero hasta entonces, señores de la IFFHS, hagan el favor de ser más objetivos. (Por: Pedro J Gonzalez   del Nuevo Herald de Miami)