«Los goles de la eliminatoria son los que cuentan» dijo
Tegucigalpa.- ¿ Qué haces, fiera? Es el clásico saludo, acompañado de su imperdible sonrisa que Walter Julián «Peri» Martínez le profesa a sus amigos, que son muchos, porque el veloz delantero, tiene una simpatía que le sale por todos los poros. «Solo verlo, hace sonreír» confesó el mismo entrenador de la Selección Reinaldo Rueda.
El último legionario en llegar para hacerle frente al amistoso contra Panamá el pasado domingo, se robó todos los titulares por el gol convertido ante los canaleros y sobre todo, por lo que motivó su presencia en la Capital hondureña que hasta el jueves, no sabía de la llegada del veloz atacante y actual líder de goleo en la Liga Premier de China con el Beijing Guo´an.
El «Peri» llegó de incógnito al aeropuerto de Toncontín, contrario al arribo de sus compañeros que militan en Europa y Estados Unidos a quienes, los aguardaba un ejército de periodistas y un centenar de directivos que no pierden oportunidad para robar cámaras. Jovial como es él, tomó un taxi y se trasladó al estadio Nacional donde para sorpresa, entrenaba la selección en horas de la tarde. «Cuando ibamos camino al hotel en el taxi, ví las luces encendidas del estadio y me dije, seguro que están entrenando y ordené que me llevarán allí» recordó. Y Walter, se bajó a toda velocidad del taxi, corrió hasta donde estaba el técnico y dijo «aquí estoy, profe, quiero jugar con mi selección».
El entrenador Reinaldo Rueda ya lo había «borrado» de la lista de convocados. El delantero, según la Federación, «nunca» respondió las llamadas desde la Capital hondureña para confirmar su presencia. La verdad la tenía el mismo jugador. «A mi, nadie me llamó, me enteré que estaba citado porque leí en el internet y al no recibir el boleto, fui y me lo compré» dijo. En la Fenafuth que tienen los numeros en rojo, no han dicho cuando le reembolsaran el gasto. Peri debe ser paciente, porque si todavía no cancelan los premios de la Copa América del 2001 en Colombia a sus compañeros, lo de su boleto, seguro va a demorar algunos días o quizás, meses.
Y el domingo, con el estadio a reventar, no arrancó de títular- no lo es- en el equipo de Rueda sin embargo, apenas pisó la grama a los 46 minutos en reemplazo de Amado Guevara, las revoluciones de la Selección subieron y a los 56, transformó el Nacional con golazo, doble golpe de cabeza acompañado por un rebote en el vertical salido de un remate del «Rambo» de León.
Pero el «Peri» no se marea. El tiene los píes sobre la tierra y con su sencillez característica le quiere dar vuelta a la página rápido y lanzó un mensaje: «Ya pasó, fue un lindo partido, no debemos ser tan emotivos, nos falta más trabajo y ojalá destacó, vengan más partidos para encontrar la forma que nos permita encarar las eliminatorias con solvencia, porque esos son los partidos que cuentan».
Y es que el «Peri» dijo lo que muchos callan y en lo que el mismo técnico Reinaldo Rueda hace hincapíe cada vez que puede, «No seamos tan emotivos, el fútbol es un deporte, se gana y se pierde, pero no hay que llegar a los extremos». Nadie mejor que mira la vida con una sonrisa, y que transmite alegría donde llega, lo pudo resumir mejor, Walter Julián Martínez, cruzó el pacífico en sílencio, llegó a Tegucigalpa de incógnito y pidió una camiseta que es sagrada, que de debe defender con todo el amor, como él lo hizo ante Panamá. Una lección de amor a la Patria. ¿ Cuántos lo van a copiar?
