Su momento de redención ha llegado, casi nueve meses después. Disfrutan al máximo cada entrenamiento de la Selección Mexicana Sub-23, saborean la posibilidad de demostrar por qué son considerados piezas clave en el esquema de Luis Fernando Tena.
Quedaron señalados tras aquel oscuro capítulo con prostitutas en Ecuador. La indisciplina les costó no participar en la Copa América y los Juegos Panamericanos, pero están listos para encarar el certamen más importante en el proceso que encabeza El Flaco.
Eso explica la felicidad irradiada por Javier Cortés, Marco Fabián, Néstor Calderón, David Cabrera e Israel Jiménez. Son los cinco sobrevivientes de aquel huracán, la quinteta de chicos para los que el preolímpico tiene un valor especial.
“Sí es una revancha”, admite Cabrera. “Por fin se me va a dar jugar un torneo oficial con la Selección y qué mejor que conseguir los tres puntos, dando un buen partido [contra Trinidad y Tobago, el viernes]”.
Los cuestionamientos por su regreso al Tricolor fueron inevitables. Purgaron una condena de medio año y fueron reintegrados por el principal colaborador de José Manuel de la Torre, quien jamás les perdió la fe, pese a su indisciplina.
“Hay que responder a esa confianza que nos tiene [Tena]”, comparte el volante de los Pumas. “Queremos hacer un buen torneo y demostrar nuestra calidad. Estamos ansiosos porque empiece todo”.
Y marcar diferencia. No sólo se trata de experimentar esa sensación de defender la camiseta verde en un certamen internacional… Es el momento de recuperar un sitio que perdieron aquella madrugada en Quito.
“Es un privilegio estar acá, una nueva oportunidad que me da la vida y llego de la mejor manera: muy concentrado en lo que me toca y tratando de aportar lo mejor para el equipo”, comparte Fabián. “Estoy comprometido al máximo. Hay mucha calidad y tenemos que demostrarlo en la cancha”.
Su ansiedad es controlada por la amargura del pasado. Cuentan los minutos para debutar en el selectivo, aunque están conscientes de que el de mañana, frente a los caribeños, sólo será el primero de muchos encuentros que labrarán una carrera que, esperan, sea recordada por grandes éxitos. Anhelan que aquel desliz sea enterrado dentro de algunos años.
“Hay que ir poco a poco”, aconseja Cabrera. “No se dieron los torneos de atrás, ahora hay que empezar poco a poco el viernes, sin pensar en que ya estamos clasificados (a los Juegos Olímpicos) y eso lo tenemos muy claro”.
Sin distracciones
El supuesto interés que ha despertado en el Corinthians no distrae a Marco Fabián, al menos no para salirse del discurso habitual.
Como suele hacerlo dentro del campo, muestra su habilidad para escabullirse y asegura que “ahorita no quiero pensar en eso. Me enfoco en la Selección y ya veremos después. Eso ya lo haré en su momento [analizar ofertas]”, sentencia Marco.
